[La importancia de enseñar a no hacer nada Vs Excitación emocional]
Hoy en día hay un mal muy acusado y del que sólo nosotros tenemos la culpa, los perros yonkis del “hacer hacer hacer”. Creamos perros que salen a la calle para estar continuamente haciendo cosas, muchas de las cuales son tremendamente tóxicas por la excitación que generan (hablaremos luego de ello). Estos perros, tienen asociada la calle a estar activados porque cada vez que salen es para “andar andar andar”, “jugar jugar jugar”, “obediencia obediencia obediencia”. Pero la contraposición a ello, es que les mandamos continuamente hacer cosas pero nos enfadamos cuando no saben estar tranquilos esperando, por ejemplo, cuando nos encontramos con un amigo, cuando nos sentamos en una terraza, o cuando simplemente paramos a mirar un cartel u observar algo, inclusive, a estar tranquilos si ven que otro perro está haciendo cosas (aunque en este caso influyen más factores).
Hay una tremenda incoherencia entre lo que esperamos del perro y lo que le enseñamos.

Por ello, mucho antes de enseñarle mil habilidades, debemos cerciorarnos de que sabe....NO HACER NADA. Sobretodo en ciertas razas propensas al trabajo, las cuales son “vendidas” como necesitadas de ejercicio, lo cual genera una filosofía errónea que “fastidia” el mundo psicológico del perro. Ya que la gente se obsesiona con darles cosas que hacer y se olvidan de lo más fundamental. Dejarle ser perro (donde habrá momentos para hacer cosas y momentos para disfrutar de la tranquilidad, en otro artículo hablaremos sobre esas necesidades de especie).
Este tipo de perros, mal llamados “más nerviosos”, tiene mucho que dar cuando se trata de hacer, pero el mayor regalo que se les puede hacer para su estabilidad emocional es darles calma y enseñarles calma y paciencia.
Antes, salió a relucir la palabra excitación. Muchos de estos perros que comentábamos antes, tienen una tendencia bastante elevada a “pasarse de revoluciones” muchas de las veces el guía ni se da cuenta o simplemente piensa que el perro es feliz así. Vamos a entender el porque no sólo no es bueno, si no que además es negativo.
¿Qué es la excitación emocional? Es un estado en el que nuestros cuerpos acentúan de forma importante la actividad fisiológica y el sentimiento de emoción se vuelve extremo.
Son momentos en que nos sentimos de alguna forma abrumados por estos sentimientos (no los gestionamos adecuadamente), y que nos impulsan a actuar, a menudo de manera IRREFLEXIVA (y sin paciencia). He aquí la primara negativa. Esto quiere decir, que tanto en humanos como en nuestros amigos los perros, en estados de excitación emocional no pensamos con claridad, por lo tanto, nuestras acciones (y las de ellos), se pueden ver de alguna manera, alteradas de la coherencia y el buen hacer, interpretando incluso los estímulos más normales de manera excesiva, de ahí los perros reactivos.
Como decíamos, la excitación es un estado de mayor actividad, tanto en nuestra mente como de nuestro cuerpo, que nos hace estar más ALERTA. La excitación es el resultado de la estimulación. Por ello las actividades más estimulantes a veces se tornan peligrosas en el perro. Y él problema es que cada vez se requiere más estimulación. Es de alguna manera lo que pasa con algunos perros con la obsesión con ciertas actividades movidas como la pelota, o actividades que les generen emociones fuertes, que les generan adrenalina.
Para entenderlo mejor lo que pasa en la cabeza del perro, unas nociones sobre Neuropsicología…
La excitación comienza en el cerebro, en el que el sistema de activación reticular conecta el tronco cerebral primitivo con la corteza y afecta al proceso de transición de sueño-vigilia. En la excitación, se incrementa nuestro estado de vigilia debido a que nos encontramos en un estado de alerta y atención. La excitación en este caso puede ser causada por una amenaza, eventos de carga instintiva o situaciones que generen emociones demasiado fuertes (tanto positivas como negativas), donde la reacción de lucha, huida, caza etc se activa.
El sistema endocrino estimula varias glándulas, en particular, la adrenalina, causante de que ciertas actividades se vuelvan obsesivas, por el subidón emocional que genera, sobretodo en perros que tienen poca estimulación (de otros tipos más adecuados: trabajos mentales, olfato, caminatas por el campo, etc…) en su vida y/o sean más sensibles a la estimulación de la que hablábamos antes.
La adrenalina, hace que aumente el flujo de oxígeno y glucosa, dilata las pupilas (para que podamos ver mejor) y suprime los sistemas que no sean urgentes, tales como la digestión y el sistema inmunológico (de ahí, que muchos perros estresados/excitados, tengan problemas de estómago, o ni siquiera coman en ciertos momentos, o incluso sean tendentes a enfermar).
La excitación se propaga a través del sistema nervioso simpático (es el sistema que activa el cuerpo y contrario al parasimpático), con efectos tales como aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración para permitir una acción física intensa y rápida, y la transpiración para refrescar el cuerpo, (por ello, suelen jadear mucho los perros que en un momento dado tienen picos de excitación o estrés).
Podríamos concluir que la excitación supone que ese individuo tenga una falta de gestión de sus emociones, se vuelva irreflexivo y no piense con claridad, tenga una actividad fisiológica muy elevada con un flujo excesivo de hormonas del estrés que le hacen estar alerta. Y que esa estimulación viene por, emociones muy intensas (miedos, alegrías, etc), actividades que generan adrenalina que no saben gestionar, actividades con carga instintiva que no se sabe regular.
Porque no se trata de no hacer ciertas actividades, si no de saber si lo que haces esta premiando la excitación de tu perro o por el contrario premia la estabilidad.
Ya que un perro equilibrado, es aquel que se adapta de una manera adecuada a las situaciones que se le presentan, ni por exceso ni por defecto. Ni que le sobrepasen en estrés ni en miedo y tampoco en excitación. Puede ponerse contento si, pero no de una manera que no controla ni él. Por que estaríamos ante una sobreestimulación que generaría una excitación emocional.
Por ello, y volviendo al inicio del artículo, primero deberíamos tener claro nosotros que esperamos del perro/s que tenemos, y después emprender las acciones que nos lleven a inculcar esas características. Siempre teniendo claro y respetando las necesidades naturales y básicas en cuanto a lo físico, emocional y psicológico. A veces simplemente sentarse en un banco mirando el paisaje y disfrutar del tiempo juntos de la forma más natural es la mejor actividad que se puede hacer como preludio a que sepan estar tranquilos y cómodos en otros sitios con más estímulos y que disfruten de lo que la calma les puede brindar. Y segundo, es muy importante premiar siempre los estados emocionales equilibrados y de calma. Claro que para ello primero hay que identificar qué es un premio y qué no, para un individuo concreto y en una situación concreta. Para un perro regañarle puede ser algo negativo, pero para otro que quiere atención ser un premio. Una caricia para uno puede ser algo que no quiere y para otro ser un superpremio. etc
Además de esa manera (la de la calma y la NO EXCITACIÓN), aprenden más y mejor, porque piensan de manera más clara. Por lo que, aunque se tratase de un perro de trabajo profesional o deportivo, siempre deberíamos inculcar este tipo de valores. Por y para su bienestar psicológico, mental y como no, también físico. Ya que el estrés genera muchos síntomas fisiológicos que derivan en enfermedades por somatización, como hablamos antes.
No premiar con actividades excitadas, estados emocionales de excitacion y nerviosismo, porque aprenden que hay que vivir en ese estado emocional para obtener el “premio”.
En el caso del Border Collie una raza que tratamos mucho y conocemos bastante, son mentes especialmente sensibles a los cambios del entorno, por lo que su sistema de activación reticular se estimula con mucha facilidad. De ahí que sea especialmente importante hacerle una socialización adecuada y PROGRESIVA (presentarle poco a poco los estímulos de modo que el grado de estimulación sea adecuado al momento del desarrollo del cachorro en su transición hacia adulto), y trabajar la calma y premiar la calma desde cachorros. De esa manera se les ayudará a gestionar adecuadamente la oleada de emociones intensas que el mundo les va a brindar en el futuro perro adulto. Esto no sólo se da en la calle si no que en algunos casos se da dentro del propio hogar con estímulos demasiado excitantes, que impiden una adaptación y un descanso adecuado(caricias muy efusivas, juegos muy efusivos, falta de descanso adecuado, niños, gritos, ritmo de vida del hogar muy acelerado...). Muchas de las conductas obsesivas-compulsivas que tiene el border viene de una excitación muy acusada que a veces se acaba mezclando con un aprendizaje y neurosis. Siempre deberemos ponernos en la tesitura de que es lo que provoca que el perro haga eso (que la mayoría de las veces será excitación) y poner remedio a ese estado (si no sabemos siempre podemos contactar con un profesional con experiencia en ello y con un trabajo desde el respeto al perro). Otro problema, es la obsesión por el control de su mundo, y a diferencia de lo que la gente pueda pensar, no tiene que ver con que tenga el instinto de pastoreo muy desarrollado. Es mas, existen numerosos border collies pastores que ni siquiera miran a un coche cuando pasa ni a una bicicleta. Ello estriba en un control adecuado de sus emociones, bajos niveles de estrés, buena gestión del ambiente, y una energía mental bien canalizada. Para ello volvemos al inicio, socialización adecuada y progresiva desde la calma, con un estilo de vida donde la excitación no tiene cabida. Sin que el movimiento se convierta en una neurosis (ya que ellos se ven sobrepasados, intentan controlarlo, no pueden y se frustran). Lo que deriva en más y más excitación. A parte de los aprendizajes colaterales que se puedan producir.
Por otra parte, tenemos que ser conscientes de que los perros son naturaleza, y que perfectamente se adaptan a las ciudades, pero tienen que tener sus momentos de relajación y fundirse con lo que realmente son.
Por lo tanto, si tienes un perro que presenta ansiedad, excitación, etc no te va a quedar más remedio que entender que es un perro, las necesidades de especie y cambiar la forma en la que te relacionas con el y las actividades que realizáis, aprender de comunicación canina, proporcionarle entornos adecuados, dejando de lado la filosofía que creías tener o habias oído por la calle. Es muy injusto y tremendamente egoísta tener un perro a merced de nuestro estilo de vida, sin tener en cuenta lo que realmente necesita por que de ahí derivan lo que nosotros llamamos problemas de conducta. Para ello muchas veces, tendrás que armarte con la responsabilidad que adquiriste al hacerte con el, y saber, que no nacen así, si no que sus conductas son fruto de una predisposición genética influida por las experiencias. Donde por ejemplo, la predisposición genética es la mayor o menor sensibilidad a la captación de estímulos, y la experiencia, el hecho de hacerle pasar por cosas que no tenia herramientas para gestionar.
Moraleja: Disfruta e inculca la calma en tu perro, y reconduce su energía mental a actividades naturales y “con sentido” y que fomenten la estabilidad. No premiando las exigencias y salidas emocionales excesivas.